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lunes, 17 de febrero de 2014

"Cosas de cabras"

Nos gustan las cosas difíciles, pero somos fáciles de encontrar (y difíciles de mantener). Aunque.. ¿por qué hacerlo difícil pudiendo tenerlo fácil? No nos gusta que nos mimen, pero si nos descuidan cuidamos de que vuelvan a hacerlo, sin descuidarnos a nosotros mismos. Tenemos una facilidad para cagar y decir que estamos cagando que casi siempre nos miran mal y pensando “están como una puta cabra”, a ver, la mierda también es difícil que salga cuando estás estreñida, por eso hablo de ello, el primer paso es que lo reconozcas y te relajes, luego todo fluye solo (¿eso también?). Sonreímos cuando alguien nos levanta el corazón, el dedo también. Le gustan los dobles fondos, esos que tienen una orilla a cada lado del río, una para mear, la otra para beber y FUCK YOU, ya he vuelto a cagarla hablando con palabrotas delante de los niños, perdonad, son cosas de cabras.
Vuelve al monte, parece que he visto fuego dentro…
Una vez ahí es difícil dejar de sonreír, por fuera y por dentro. Sólo busca “dosis de vida” que encuentra sin pensarlo mucho o habiéndolo pensado demasiado,en los pelos mal atados de una chica cualquiera, que no de cualquier chica. Quizás te apetece “beber un poco de té con leche y sin tilde”. Quizás no. O quizás sólo has dado con la horma de tu zapato y te sienta bien a ratos.
Ya basta de ser tan profundos, somos sólo cabras que quieren subir y bajar del monte, comer hierba, pegar saltos y joder hasta caer rendidos y rompernos los cuernos. Puede que, a veces,no te apetezca hablar porque tienes más que decir que toda esta parrafada multiplicada por los puntos que tiene esa cicatriz. Sentémonos a beber cerveza, a hacer como que todo va bien, a mirarnos sin tocarnos, a esperar nada, a decir estupideces hasta creernos más estúpidos, a improvisar un cine en mitad de la nada, con riego privado y público al mismo tiempo, en agradable simetría, pero eso sí, con caos. Perdón se me adelantaron los dedos, distracción auditiva susurrante lo llaman. Caos no, cosa… de cabra.
Dímelo al oído.

 Pero antes ve a ver a los niños. Dicen que no les gusta mi media sonri.. 

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