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sábado, 22 de febrero de 2014

Limón y sal


Todos conocemos esta frase que dice, “es mi media naranja”. ¿Te lo crees?
Me voy a poner serio porque este tema me “joroba” bastante. A mí lo de cuestionar el amor, es decir, como si fuese una revisión médica o de un taller, lo de a “primera vista” o a segunda o a quinta, ¿Qué es esto? ¿Acaso el amor existe de otra manera que no sea a primera vista? “No es que necesito conocerte cinco meses y a ver si así me enamoro de ti” ¡La has cagado tío!, esa no es tu persona, ósea, si tú ves a una persona y no se enamora de ti como tú de ella, sal de ahí!

Esto intenté explicárselo una vez a una persona, y ella me respondió que me daba media noche, y ¿cómo le explicas tú a una persona  en media noche que quieres hablar con ella todas las noches? ¿Como en media noche le explicas una persona que quieres compartir con ella una vida y media?....Estoy bien, la putada es que en el momento que lo cuestiona no está sintiendo lo mismo que tú. Entonces ya ese no será el aliento y la cara que tu deseas que te despierte por las mañanas.


Por eso a todas estas personas que conocemos en nuestra vida, y que en un momento determinado de ella pasan a ser un pedacito de esta misma, podremos llamarlas “Los medios limones”, ácidos, refrescantes, pero al fin y al cabo, pasan por nuestra vida y les debemos eso, limón, tequila y sal. Sobre todo mucha sal, ¿porque ya sabemos lo que pasa cuando vamos a la playa no? Sal para curar, sal para sellar, sal, mucha sal.


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