Vistas de página en total

sábado, 12 de diciembre de 2015

:)


El niño sopla el caramelo haciendo salir un sonido agudo, mis ojos hacen la función de sonrisa por mi boca, que está llena de la segunda merienda y alguna que otra baba de verlo. Verlos. Se unen dos más. Simultáneamente empiezan a soplar y a sonar, y yo a jugar desde mi silla, aparentando la mayor madurez de todas: ninguna, cuando se trata de jugar con ellos. Un sinfín de sensaciones recorren mis pupilas. El bar empieza a tornarse difuso, y de las sillas empiezan a brotar raíces, y de las raíces tallos, y de estos otros, y de otros algunas hojas y de las hojas flores, flores con forma de notas musicales, que se iluminan cada vez que ellos las tocan.

El cocodrilo de colores detiene el tiempo y lo lleva al fondo del árbol, donde está el domador oculto tras la brisa de un delfín naranja, "pero no de un naranja cualquiera, sino el naranja claro, como una puesta de sol."

La llama enciende el fuego que apaga la lluvia al caer hacia arriba, con tan mala pata que el reloj se dispara y carga cada aguja de tu perfume. No un perfume cualquiera, sino el que dejas en la ducha cuando sales, casi siempre, antes que yo.

Al fondo parecen bailar unos gansos algo torpes y desaliñados. A las luces le salen alas y se tornan cada vez más pequeñas, descendiendo sobre todo el que allí estaba (luciérnagas, me dije) y desaparecieron las gentes de paso. Y sólo quedaron ellos.

Bajé la vista para recoger algo, que se me cayó de la boca de tanto reírme, y al levantar la mirada vi a los niños decirme adiós con la mano libre. De la otra tiraban las ninfas del bosque más naturales que haya visto; tenían ramas por brazos y raíces por pies, un moño de neuroticidades y un manojo de nervios oculares. En ese momento empecé a notar frío, me miré los brazos y estaban desnudos, pero no era lo único, toda yo estaba inmersa en un vaivén de nieves de colores intermitentes que vestían mi cuerpo al caer lateralmente, nada más. Sonrío, me levanto y me voy,echándole el brazo por encima a la madre naturaleza, esa que nunca falla.






No hay comentarios:

Publicar un comentario