He corrido por las plazas de una tierra santa y abrumadora,
sin saber lo borrosa que podía llegar a ser el no tenerla entre mis pies. He surcado cada grieta de casas de piedra entre enredaderas de ideas de pena y alegría mezcladas por necesidad.
He mirado más allá y sólo he visto más acá.
He gritado en rebeldía, pedaleando bicicletas de llantos y pelos asustados por el aire que desprendía un tan pequeño paisaje,como era su cara llena de dudas y rabia e impotencia.
He mirado por ojos que nadie pensaba que tendría y no me ha gustado lo que he visto.
He saltado al pozo sin cuerda ni cubos y,un cubo de Rubik,me ha sorprendido con las manos llenas de dedos,que tocaban y arrancaban el pan duro que les daba a las niñas de comer.
He llamado con desesperación a la voz de la esperanza y sólo he colgado por miedo a necesitarla a menudo.
He visto miedo en sus ojos, mientras la valentía de un pájaro con alas a medio hacer se posaba decidido en sus cables pelados. He visto tanto que apenas puedo vislumbrar lo que me ciega, he visto y he cerrado los ojos para no verlo.
He visto que querías verme y he mirado... a ver si puedo verte.
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