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domingo, 23 de marzo de 2014

Buenas tardes.


Me siento en mis piernas cruzadas, 
estrangulándose entre ellas,
creando nudos marineros, 
por no enredarse en tu cuello.
 Hace tiempo que no te desnudo de esa forma.
Pidiendo que tu estrechez y mi ordinariez, 
entre pieles desgastadas,
 no te haga salir por patas, 
y te quedes a tomar el té.
Hagamos un trato: tú me das placer y yo me quedo un rato.
 Pero no me pidas que te suelte si me engancho, a veces la diosa acaba vomitando.
“¿Bailamos?
Entonces de volar ni hablamos.”
Que ya no creo en los príncipes azules,
Porque me gusta pintarlos de colores.
De colores mágicos,
para siempre.
Y,si no rima, que apriete (fuerte).
Que yo me cago en mi suerte, 
que no me engaña.
Que si no me quita el sueño,
me quita las legañas.


viernes, 21 de marzo de 2014

"Paradise circus"

                                                              (Te echo de menos).


Esas fueron las únicas palabras que lograron desprenderse de su círculo. En un día donde todo estaba escrito para ser casi perfecto, donde cada poro debería haberse abierto para tomar el Sol y beber de esa botella, de esa “sed de vivir”, lo único que salía era una sonrisa forzada a ratos, una extrañeza incomprensible, una sensación de necesitar gritar a pleno pulmón para poder escupir todas las llagas, las rozaduras de tantos disparos. No sabía bien el por qué, pero ya no era como antes, nunca había sido como antes, porque nunca conoció a ese antes. Por eso se dedicaba a apuntar y disparar sin piedad, sin control o controlando de más. Hablaba por necesidad de tapar el sonido de un pájaro azul, cuyo “pío” era más tronador que cualquier tormenta tropical. Todo su afán era hacerse un hueco en ese objetivo para ver detrás de esa cámara, para “ocultar sus visiones”, ahí se sentía más seguro, volvía a ser él. No dejaba de serlo, sólo cuando volvía a mirar y no conseguía verlo, detener el tiempo por un momento, eso no era posible ya, tampoco ponía empeño, no, él sabía que no, pudiendo y no. Todo tiene un por qué. Quería parar el tiempo en algo tan complejo e incontrolable como lo era el vuelo de un pájaro, echar a volar y querer detenerlo ahí, en el aire. Ese era su verdadero objetivo, desde el principio, quería echar a volar y que eso fuera eterno.
Necesitaba alejarse, verlo desde todas las perspectivas posibles. Cogiéndola con tal delicadeza, deslizando la palanca de arrastre sentía como cada pensamiento se desplazaba y quedaba atrapado en el carrete, correteando detrás de ellas, con un Dial de velocidades varias, una comida lenta con música de fondo, para algunos, de acompañante principal, para otros; un café ralentizado, con hielo y sin dulzura, por favor. Un viaje de ida y vuelta fugaz e intenso, cada cual con su incienso y su particular. Mientras no aprendamos árabe, no nos entenderemos. Dale a la palanca de rebobinado y volvamos a empezar a rodar. ¡No! Espera. ¿De quién es esa voz? La voz del diafragma, nos dice que ha hecho un camino para nada. Si quieres observar, obsérvame, déjate de rollos, reacciona y siente, siente del verbo escuchar con atención. Y, sobre de un muro de cualquier estación, creo que de una primavera algo alérgica a quejas de por vida, el disparador se bloqueó. No hizo falta seguir disparando sin parar, él con sus palabras hizo que el tiempo se parara, vino de la mano, sonrisa y complicidad de ella: la voz del diafragma, hizo que volviera a sentir el picor de sus ojos causado por el extraño y puro placer de volver a mirar y poder ver.


(Yo a ti también, nos vemos en el espejo: pierna derecha, extensión zurda).

jueves, 6 de marzo de 2014

Valle de Sol y Sombra: "Donde nunca pasa nada"

Y es que he vivido entre montañas de espanto y soledad, acristalada por la niebla que deja la nieve al caer, virgen y pura.
He corrido por las plazas de una tierra santa y abrumadora,
sin saber lo borrosa que podía llegar a ser el no tenerla entre mis pies. He surcado cada grieta de casas de piedra entre enredaderas de ideas de pena y alegría mezcladas por necesidad.
He mirado más allá y sólo he visto más acá.
He gritado en rebeldía, pedaleando bicicletas de llantos y pelos asustados por el aire que desprendía un tan pequeño paisaje,como era su cara llena de dudas y rabia e impotencia.
He mirado por ojos que nadie pensaba que tendría y no me ha gustado lo que he visto.
He saltado al pozo sin cuerda ni cubos y,un cubo de Rubik,me ha sorprendido con las manos llenas de dedos,que tocaban y arrancaban el pan duro que les daba a las niñas de comer.
He llamado con desesperación a la voz de la esperanza y sólo he colgado por miedo a necesitarla a menudo.
He visto miedo en sus ojos, mientras la valentía de un pájaro con alas a medio hacer se posaba decidido en sus cables pelados. He visto tanto que apenas puedo vislumbrar lo que me ciega, he visto y he cerrado los ojos para no verlo.
He visto que querías verme y he mirado... a ver si puedo verte.



miércoles, 5 de marzo de 2014

"esto"


Esto será breve. Conciso.
Conciso se hizo, no había que jugar al rodeo.
Rodeó su cabeza, y dijo adiós.
A Dios puso entre las cuerdas. Cuerda estaba. O eso creía
Creía que nunca sería siempre, y al final no distinguía el ahora.
Ahora llora, ríe, llora, ríe, llora. Ahora mira.
Mira que pasa despacio, mira que pasa.
“Mira, esto es sencillo, vida”
Vida, vida mía, vuelve, no te vayas, pasa.
Pasa, vete. Entra. Para…
¡PARA! Detente. Ahí, ahí.
Ahí quedará.

Dorothy

domingo, 2 de marzo de 2014

"Mapas"

“Escuchar, la asignatura social más importante y la más difícil”. Sinceramente, algo ha cambiado, perdón, está cambiando en mí, y mucho. Siempre he sido un tanto soñadora y misteriosa y creía que eso lo hacía más interesante. Pero últimamente sigo siéndolo igual o más, con un matiz, que ahora intento mostrar el mapa más fácil de entender para todos, para todos. Sin distinción. Está muy bien eso de ir por la vida siendo algo extraño, algo raro y diferente (y si lo eres, ya ni te cuento), queriendo ser uno mismo, sí, está genial. Pero si solamente, y fijaros lo que os digo SOLAMENTE, que parece que se dice pronto, queremos transmitir algo y que nos entiendan, hagámoslo de la forma más simple, que a veces es la que más cuesta (y gusta).
Una vez me dijeron que “si te comes un trozo de sandía con mucha pasión, acabarás atragantándote. Y si lo haces pensando demasiado en la sandía, cuando te quieras dar cuenta ya te la habrás comido. Por eso, yo me como el trozo pensando, pues sí que está buena”.
Así es como intento tomarme la vida de un tiempo hacia aquí. Tal cual viene. He sido demasiado pasional en ocasiones, en otras me he pasado de metódica y sabelotodo, cuando realmente no sabía nada. De veras, “daría todo lo que sé por tan sólo la mitad de lo que desconozco”.  
Hoy no tengo dinero para ir a comprar sandía. Pero para escuchar, al menos hoy, tengo un par de oídos, y una obsesión con tapar/tocar orejas ajenas y comprobar su temperatura…


Quizás sea una ironía, quizás sólo sea lo que es.