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viernes, 10 de abril de 2015

"Si tu valor te falla, sobrepasa tu valor".

..."Lo siento, muchísimo. Te quiero", le dio un beso como quien acaricia una flor justo antes de marchitarse. Se dio media vuelta y, sin mirar atrás, se fue. "Lo siento, de verdad". "Muchas gracias. Adiós." Salieron por la puerta como si les faltara el aire, y les faltaba, y aún sabiendo que jamás podrían recuperar ese aliento, se subieron al coche. "Yo conduzco". Sonó tan impasible que no hubo discusión alguna. Arrancó el coche y se fueron. Un camino familiar, acogedor alguna vez. Pero esta no. Esta no. Jamás había conducido mejor, jamás había puesto más sentidos de los posibles en ello, jamás se había sentido tan despreciable y vacía como aquella vez. Llegaron a casa, si a eso se le puede llamar casa, y como si de un puto iceberg se tratase, comenzó a recoger todas sus cosas, con una templanza que daba verdadero terror. Entraba y salía, como si fuera algo que debiera hacer de la forma más metódica y calculada. "Para, ¡PARA YA!". Y agarrando fuerte lo primero que encontró a su paso, se derrumbó. Se dejó doler. Pero no pudo dejarse caer. Sabía que, si lo hacía, sería difícil volver a ponerse en pie. 

 Y ya nada es igual desde entonces. Bueno, algo sí;

Sigue cerrando la puerta con cerrojo, por si vuelve para abrirla... 
Sigue estirando los pies con ningún cuidado, por si vuelve y puede rozarle, y que se mueva... 
y así poder decirle que lo siente, que lo siente muchísimo. 
Que siente muchísimo... haber estado escribiendo aquí y no pensando un poco más en ti.




jueves, 2 de abril de 2015

"Somos especialistas en cargarnos a los genios porque no sonríen cuanto nos gustaría"

Irritabilidad, vulnerabilidad, soeza, pobreza, que no de lenguaje, que también.  Estamos acostumbrados a venerar a todo lo estático, arrítmico, y ordinario. ¿qué fue de ella? Nos llenamos los bolsillos de ‘paluegos’ que luego no cogemos. Y yo me pregunto, ¿qué fue de ella? Buscamos escaños en escaleras de extraños que ni soportamos, ¡pero eh, es que me compra el té! Y de repente me sorprendo, sin esfuerzo, con asqueo y mucho mamoneo , que digo yo que..¡¿qué fue de ella?!  . Vivimos enlatados como sardinas, sin sacar mucho los pies del plato y cortándoselos a quien se aviva a hacerlo. Y ya ni me pregunto ¿qué fue de ella? No soporto la cortesía por hipocresía…


…que si no me saco la lengua de la boca es para que no os atragantéis,con la tiranía.

Pero os quiero.